Nada más terminar de escribir el anterior post, me encontré con este que os adjunto. Aunque muestra una visión diferente a la que di, me gusta que nuestros seguidores puedan contrastar las opiniones que les damos.
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La Cápsula del Tiempo, un “Elige tu propia aventura” posmoderno
Cèlia Gallego | Publicado hace 9 meses
Barcelona,
noche de Reyes de 2013. Estás sentado en un banco en el andén de una
estación de metro abarrotada de niños exaltados con las manos llenas de
caramelos y de adultos cubiertos de confeti y serpentinas mojadas por la
lluvia. Ajeno al bullicio, intentas decidir si acudir a una cita con
unos amigos de la infancia para desenterrar una cápsula del tiempo o
bajar a la zona de vías a recoger un móvil extraviado. Compromiso o
aventura. Tu decisión marcará tu destino, y si no te gusta, siempre
puedes volver atrás y elegir otro.
Muchos
de los que ahora bordeamos o superamos los treinta empezamos a amar la
literatura gracias a la serie de novelas juveniles Elige tu propia aventura
que en España publicaba Timun Mas y que eran lo más interactivo que
teníamos por aquel entonces. Aquellos libros nos hacían sentir la
estrella de sus historias, todas ellas muy locas, con dinosauros,
vampiros o incluso fantasmas en entornos tan peregrinos como castillos
prohibidos, el río Amazonas o el interior de la Estatua de la Libertad y
además nos permitían elegir entre decenas de finales a una edad en la que, en general, nuestra opinión contaba más bien poco.
Miqui Otero, escritor y periodista barcelonés nacido en 1980, recupera el espíritu lúdico de aquellas novelas en La Cápsula del Tiempo cediéndole el timón al lector, pero con una diferencia fundamental y es que tanto la situación (elegir entre la obligación o la devoción) como el entorno (una Barcelona en pleno caos, pero que podría ser cualquier otra ciudad) son tan verosímiles como reconocibles.
El esquema es el de siempre. A partir de una misión inicial, en este caso consiste en acudir
a una cita con unos amigos de la infancia para desenterrar una cápsula
del tiempo escondida hace veinte años en los alrededores de un parque
acuático abandonado en Sitges, tú, como lector, te verás
obligado a tomar decisiones tan trascendentes como cumplir o no con su
promesa, o tan aparentemente inofensivas como elegir qué bocadillo comer
primero, si uno de Nocilla o uno de chopped, o a quién darle la última
moneda que te queda en el bolsillo. De ello dependerá que acabes la
noche sólo en casa de tus padres rodeado de tus viejos ejemplares de Momo y La Historia Interminable y de tus libros “El Barco de Vapor” o encontrando el amor o incluso muerto.
A diferencia de la vida, La Cápsula del Tiempo nos permite volver sobre nuestros pasos, y para que no nos perdamos viene acompañado por un utilísimo mapa que indica el camino hacia los treinta y siete finales posibles.
Os recomiendo que lo utilicéis simplemente de consulta y no de guía
porque la gracia está precisamente en no saber qué te vas a encontrar
más adelante, aunque sea algo desagradable.
Por último, la obra guarda en su interior un curioso libro negro que recopila trece sonoros fracasos de la historia (desde el desastroso intento de realizar un videojuego de ET que hundió a Atari a la resaca que pudo haber salvado a Julio César) que, a modo de respuesta irónica al Momentos Estelares de la Humanidad
de Stefan Zweig, demuestra que, como cualquiera de nosotros, grandes
personajes de la historia también se equivocaron al tomar decisiones (¡y
de qué manera!) en alguna ocasión.
Si tenéis algún treintañero (año arriba, año abajo) en casa y no sabéis qué regalarle, La Cápsula del Tiempo es una muy buena elección. Porque aunque tengamos tableta y smartphones, de vez en cuando va bien mirar atrás, a tiempos más simples, más felices. Blackie Books ha vuelto a dar en el clavo.
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