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Blood of the Zombies, de Ian Livingstone
Se cumplen treinta años desde que se publicó El hechicero de la Montaña de Fuego, de Ian Livingstone y Steve Jackson, el primer número de la, a la postre exitosa saga, Lucha ficción; para conmemorarlo, el propio Ian Livingstone publica Blood of the Zombies.
Con Blood of the Zombies, Ian Livingstone abandona el género medieval para tocar el de los zombis. No es la primera vez que lo hacen; ya hemos vistos libros de ciencia ficción en esta colección y House of the Hell ya estaba ambientada en la actualidad.
Livingstone lamenta no haber podido hacer una continuación de El hechicero de la Montaña de Fuego, pero al parecer Steve Jackson no pudo o no quiso implicarse en el proyecto.
Blood of the Zombies nos pone en el papel de un estudiante
universitario que recorre Europa investigando mitos y leyendas antiguos.
Su viaje es poco productivo hasta que llega a Rumania, donde sus
preguntas demasiado incómodas llevan a que sea secuestrado por Gingrich
Yurr, un “loco megalómano” que investiga con la zombificación.Encerrados
en su castillo, logramos escapar (ese el el punto de inicio de la
historia), pero el lugar es enorme, laberíntico y lleno de peligros.
Poco a poco, podremos ir descubriendo imágenes y datos del tal
Gingrich, podremos llegar a verle, e incluso enfrentarnos a él, ya sea
como humano o convertido en zombi. ¿Conseguiremos huir? Bueno, esto es
Lucha ficción, seguramente no.
Blood of the zombies abandona sólo en parte la fantasia medieval. En
realidad, un castillo resulta bastante similar a todo lo visto hasta
ahora, y el formato dungeon se mantiene inalterable. “Cuesta acabar con
los viejos hábitos”, escribe el propio Livingston.
El estilo de juego también difiere en Blood of the Zombies. Aquí ya
no tenemos valor de Destreza, Resistencia y Suerte, como en la mayoría
de juegos. En este libro juego sólo se presenta la Resistencia (12 +2d6
en la primera edición, 20 +2d6 en las sucesivas). Nuestro valor en
ataque depende del arma que llevemos en ese momento. Por ejemplo, un
bate nos da 1d6 y una pistola, 1d6 +2. Tiramos frente al número de
zombis que haya en la habitación y acabamos con tantos de ellos como
indique nuestra tirada. Cada zombi tiene sólo 1 PV, pero nos causa 1 PV
cada superviviente. Así, si nos enfrentamos a 14 zombis, y sacamos 8 en
nuestro ataque, restarán 6 zombies. Sufriremos 6 Puntos de Daño, y
deberemos enfrentarnos a esos 6 zombis en nuestro siguiente turno. La
mortalidad en este juego es elevadísima (Lucha ficción, ¿recordais?) y
el encontrar armas se convierte en indispensable. Nuestra exploración
nos lleva también a conocer a personajes diversos (turbios, peligrosos o
aliados) y a encontrar objetos más o menos cotidianos que nos pueden
ser de utilidad a la largo de la lectura.
La ilustración de cubierta, que refleja a un grupo de zombis
abriéndose paso a través de una puerta astillada, viene de la mano de
Greg Staples. Las ilustraciones de interior, que muestran a villanos, a aliados, peros sobre todo a
zombis en diferentes estados de putrefacción, son ofrecidas por Kevin
Crossley (podéis ver algunas es este artículo) y son chulas, pero no
particularmente realistas. Hay bastantes ilustraciones, 34 principales y
cinco menores, que se repiten, en general armas que podemos encontrar
en nuestro progreso.
El autor, como ya hicieran Steve Jackson y él en otras de sus obras,
se homenajea, permitiéndose que un busto con su cara se vea en alguna de
las imágenes del libro, o que algunas de sus obras se vean en las
bibliotecas que el desafortunado prisionero visita en su intento de
huída.
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